Es muy común que muchos niños desde edad temprana sufran o padezcan de hiperactividad, sin embargo muchos padres no saben cómo reconocerlo. Hoy te decimos las principales señales de esta condición.
Índice de contenidos
A qué llamamos hiperactividad
Cuando hablamos o decimos que un niño sufre de hiperactividad, normalmente podemos decir que es un síntoma que hace que la persona que la padece no pueda quedarse tranquila.
Los pensamientos y actividad física de la persona se vuelven desordenados, distraídos y sin ningún patrón. Estas personas que sufren de hiperactividad inusualmente se les encuentran en calma o tranquilidad.
Cómo saber cuándo un niño sufre de hiperactividad
Algunas de las señales o comportamiento que presentan los niños que padecen de este problema son las siguientes:
- Los niños con hiperactividad suelen hablar frecuentemente, sumamente rápido y además interrumpen a otros al hacerlo.
- Se mantienen en movimiento incluso al estar sentados. Tienen problemas para mantenerse sentados, incluso a la hora de la comida u otras actividades tranquilas.
- Son apasionados por muchas cosas a la vez.
- Se mueven de un lado a otro muy rápidamente y de forma torpe.
3 causas de la hiperactividad en los niños
Los niños pueden padecer de hiperactividad por muchas razones, te explicamos a continuación 3 de ellas.
Puede ser causada por el SDAH
En la mayoría de los casos, los niños que padecen de hiperactividad padecen de un problema mayor que se conoce como el síndrome de déficit de atención e hiperactividad (SDAH).
Es por ello que es indispensable conocer cuáles son los factores a los que tenemos que estar atentos para detectar cuándo un niño sufre de este problema.
Exceso de energía
Existen casos en los que los niños tienen exceso de energía, debido a las actividades que realizan. Este exceso de energía suele traducirse en que el cerebro tarda mucho más tiempo del debido tratando de calmarse y de recobrar el ritmo normal.
Esta energía demás puede ser causada por falta de actividades deportivas o académicas en su rutina diaria. En muchos casos la falta de rutina también puede ser causal de la hiperactividad en los más pequeños de la casa.
No culpes al azúcar
En muchas circunstancias el azúcar es tomada como culpable de la hiperactividad en los niños. Sin embargo existen muchos científicos y estudios que no comparten esta opinión.
No es muy conocido que agregar una cucharadita de azúcar a un vaso de agua y utilizarlo en gotas puede ayudar incluso a calmar a los niños.
Esto sucede debido a que el azúcar, cuando entra en contacto con nuestra sangre a través del torrente sanguíneo, se traslada al cerebro. Al estar aquí se aumenta la serotonina y demás neuroquímicos con una función calmante.
En caso de que sigas dudando de si tu hijo sufre o no de este problema, lo mejor es que visites a un médico especialista, este te permitirá estar 100% seguro y te dirá cuál es el tratamiento más indicado.
Esperamos que ahora sepas cómo reconocer cuando un niño sufre de hiperactividad.
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