No nos engañemos: publicar una revista en papel no es un deseo muy común entre la gente e, incluso, los pocos que tienen voluntad de emprender ese arduo y largo viaje no suelen tener las cosas muy claras, pues, al fin y al cabo, ¿dónde obtiene uno información para hacer una revista?
Aquí no tenemos espacio, obviamente, para mostrarte un itinerario completo, pero sí podemos dar una guía para que, si tienes interés real, puedas empezar a trabajar para hacer realidad el sueño de imprimir tu propia revista personalizada.
Índice de contenidos
Busca un tema y averigua a quién le interesa
Una revista es una publicación periódica que agrupa artículos sobre un mismo tema. No te preocupes: el tema puede ser lo amplio que tú consideres, pero tienes que tener claro desde el principio sobre qué vas a hablar (o sobre qué van a hablar tus colaboradores).
Para ello, tienes que hacer una trabajo previo de introspección y preguntarte, no tanto de qué sabes, aunque eso, naturalmente, es muy importante, sino qué te apasiona en realidad.
El trabajo de editar una revista, aunque sea modesta, es arduo y necesita de todo el entusiasmo que solo generan las cosas que realmente te fascinan o que te obsesionan.
Por ejemplo: imagina que te gusta el cine. No necesitas ser un actor, director o un iluminador para embarcarte en la aventura de hacer una revista sobre el séptimo arte, pero sí que va a ser muy útil para tu trabajo que el cine te guste.
Porque seguro que, como buen cinéfilo, lees artículos sobre cine, hablas con tus amigos y vas con regularidad a ver los últimos estrenos. Ya tienes tu arco temático, pero sobre todo tienes una idea clara de a quién le puede interesar.
Una revista se hace para los demás, no para uno mismo, y conocer quién es tu audiencia potencial es crucial para que el proyecto pueda crecer y mantenerse en el tiempo.
Dinero (o trabajo)
Ya sabes el tema y ya te ronda por la cabeza un título pegadizo que seguro que atraerá la atención de tu público potencial. Ahora empieza lo duro.
Todas las labores de poner en marcha una revista requieren tiempo (y algún dinero). Tienes que valorar si dispones de los recursos para sufragar todos los gastos.
Si no es así, tendrás que buscar financiación entre anunciantes, en especial de actividades económicas que se relacionen con la temática de tu revista.
Una revista de cine, por ejemplo, puede ser una interesante plataforma publicitaria para canales de televisión de pago, para salas de cine, para empresas de material fotográfico y videográfico, etc. También puedes pedir la ayuda de tus futuros colaboradores.
Es fundamental que seas activo e imaginativo para sacar adelante tu proyecto. Habla de él, escribe en internet, divulga tus opiniones, no tengas miedo a que alguien te robe las ideas.
Cuanta más gente sepa lo que quieres hacer, más posibilidades hay de que se haga realidad y, en el proceso, tu nombre se asociará a la temática de tu futura publicación. Trabaja para crear este círculo virtuoso.
Cuida la escritura a la hora de publicar una revista en papel
Ahora en nuestros días, la figura del redactor o del corrector está muy denostada. Se asocia a un tiempo antiguo donde los trabajadores de un periódico o una revista llevaban manguitos y visera.
Pero créenos si te decimos que una revista con unos estándares altos de escritura será muy leída porque quien compra una revista quiere algo más que el artículo breve y superficial de un periódico, desea tomarse su tiempo y paladear la experiencia de una buena lectura.
Esto se garantiza si hay un buen corrector y se siguen unas normas claras de estilo (El Paísy más recientemente la RAE han publicado libros de estilo que pueden ser buenas referencias para elaborar el tuyo propio).
Recuerda: escribimos para los demás y el corrector de la revista es el defensor del lector, el que garantiza que los textos de tu revista sean legibles y que, además de cumplir las normas ortográficas, no sean farragosos y se puedan leer con fluidez.
El diseño es la guinda del pastel
No obstante, la imagen de tu revista es la que va a marcar la diferencia. Ahora hay herramientas como Photoshop e Indesign que ponen al alcance de muchas más personas la posibilidad de hacer diseños profesionales.
Pero si quieres ir un poco más allá y destacar sobre tus competidores al publicar una revista en papel, tienes que colaborar con un diseñador.
Él puede hacer realidad la imagen que tienes en tu cabeza incluso mejor que tú mismo. Habla con él, confía en su trabajo y no te arrepentirás.
El último paso a la hora de publicar una revista en papel es la impresión. Hay impresoras profesionales en el mercado con precios muy razonables, pero ahora tienes en internet imprentas como esta, que proporcionará a tu revista un acabado profesional, y donde te ayudarán a elegir la textura del papel, la maquetación, los colores más apropiados y la encuadernación.
Todavía queda hablar del marketing, la distribución, la publicidad, etc., pero aquí solo queríamos darte ganas de empezar.
Ya sabes, ponte desde ya mismo a imaginar tu revista. Si tienes en cuenta todo lo que te hemos dicho tendrás el mejor comienzo posible.
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