Aunque es posible que hayas oído la palabra afasia en más de una ocasión, es momento de que conozcas qué es, a qué se debe y qué tipos de afasias existen.
La afasia es un trastorno del lenguaje que aparece después de una lesión cerebral en las áreas del cerebro destinadas al lenguaje.
Este trastorno afecta tanto a la parte comprensiva como a la expresiva, en distintos grados según el compromiso cerebral de la lesión.
Este daño cerebral puede ser consecuencia de varios acontecimientos, pero el más común y preocupante, sin duda, es el accidente cerebro vascular (ACV o ICTUS en inglés).
En España, según la Federación Española de Ictus (FEI), el ACV es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres y fallecen por esta causa alrededor de 40.000 personas cada año.
La afasia también puede ser causada por TEC (Traumatismo Encéfalo Craneano), que como bien dice la definición se trata de alteraciones en el cerebro por un fuerte golpe en el cráneo, ya sea por accidente automovilístico o una caída de altura, por ejemplo.
También podemos encontrar afasias provocadas por un tumor cerebral o por enfermedades degenerativas como el Alzhéimer.
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Índice de contenidos
Tipos de afasia
Existen varios tipos de afasias y entre las más comunes podemos clasificar las siguientes:
Afasia de Broca
Se cataloga con el nombre de Broca cuando la lesión cerebral afecta al área motora del lenguaje (región pre frontal-postero lateral), ubicada en el hemisferio izquierdo del cerebro.
Esta área está directamente relacionada con la ejecución de los patrones motores, para la expresión de la palabra.
Por lo anterior, este tipo de afasia se caracteriza por un lenguaje expresivo no fluido, es decir, la persona tiene dificultad para iniciar enunciados, encontrar la palabra deseada y articular palabras.
El afectado dice pocas palabras por minuto, pero con contenido informativo. Se ve alterada la línea melódica del habla, que corresponde a la entonación y ritmo propio de un lenguaje.
Con la afasia de Broca la escritura y la lectura en voz alta también se ven afectadas.
No obstante, la comprensión del lenguaje es relativamente normal, por lo que el paciente se da cuenta de sus dificultades, lo que puede traer consigo problemas emocionales.
Afasia de Wernicke
Se cataloga con el nombre de Wernicke cuando la lesión cerebral afecta a la región del lóbulo parietal del hemisferio izquierdo.
Las grandes funciones de esta zona son la comprensión auditiva y la organización de las palabras en un pensamiento lógico.
Por este motivo, el paciente con afasia de Wernicke se caracteriza por tener dificultades para reconocer palabras y asociarles significado.
Las personas afectadas por este tipo de afasia no presentan problemas de articulación y muestran un lenguaje expresivo fluido, aunque poco organizado.
Es fácil escuchar decir a la persona cosas sin sentido, con palabras que solo ella entiende, pero con mucha fluidez, por lo que muchas veces cae en la verborrea si no se le interrumpe.
Hay que tener en cuenta que estos pacientes se ayudan mucho con el contexto social para entender, ya que si se cambia de tema o se dicen muchas palabras a la vez la persona, sencillamente, no comprende nada.
Afasia de Conducción
Se cataloga con el nombre afasia de Conducción cuando el daño se localiza en el lóbulo parietal inferior. Se caracteriza por un lenguaje expresivo fluido y con una gran incapacidad de repetición.
Presenta menor producción de palabras por minuto que un afásico de Wernicke debido a la constante autocorrección y pausas en su discurso.
La comprensión del lenguaje es sorprendentemente buena y el afectado puede comprender con relativa normalidad. Esto ayuda a que la persona sea consciente de sus errores, pero le es muy difícil corregirlos.
Por ello, es muy común ver interrumpido su discurso por la presencia de anomias y parafasias en un intento de alcanzar la palabra deseada, como también la omisión de la palabra que no encontró en su cabeza.
Cabe señalar que la denominación y repetición también se ven afectadas, así como la lectura en voz alta.
Afasia Global
Esta afasia es la forma más grave del grupo afásico y aparece como resultado de una destrucción masiva de las zonas del lenguaje.
Se caracteriza por una importante afectación de las cuatro vertientes fundamentales del lenguaje, tanto en la vertiente expresiva como en la comprensiva, de la escritura y la lectura.
Con frecuencia, el paciente presenta mutismo o emite siempre la misma palabra (estereotipia).
Además, la repetición es nula y su comprensión es muy baja o inexistente, por lo que es fácil que se aísle y permanezca inexpresivo y ajeno a lo que ocurre a su alrededor.
¿Cuáles son los síntomas de la afasia?
Los síntomas de una afasia van dirigidos estrictamente al lenguaje, ya sea expresivo o comprensivo. Podemos ver los siguientes signos:
- Problemas para comprender conversaciones de otras personas.
- Decir oraciones sin sentido.
- Escribir frases carentes de sentido.
- Decir palabras erróneas o irreconocibles, lo comúnmente llamado anomias y parafasias.
Anomias: dificultad para encontrar la palabra deseada para nominar un objeto. Ejemplo: objeto que sirve para remover la sopa (cuchara)
Parafasias: sustituciones involuntarias de fonemas o palabras del mismo campo semántico que aparecen para tratar de compensar la anomia. Ejemplo: ¿con que remuevo la sopa? “Con la cupata; con el colador”.
¿Cómo se diagnóstica una afasia?
El diagnóstico puede ser dado por un medico neurólogo, que evalúa la afasia mediante exámenes de imagen, como es la resonancia magnética, para saber la localización del daño cerebral.
El diagnóstico de afasia también es dado por el logopeda, que es el encargado de conocer el grado de severidad y el tipo de afasia.
La evaluación se realiza mediante una exhaustiva examinación clínica y varios test estandarizados. Asimismo, para diagnosticar una afasia se evalúan los siguientes aspectos comunicativos:
El lenguaje expresivo
Este se evaluará mediante:
- El discurso oral: se conversa con el paciente para ver cómo se expresa y se le pide la descripción de una escena presentada en fotos, por ejemplo.
- El lenguaje automático, se le solicita al paciente que diga cosas automáticas, como su nombre completo, los días de la semana o contar del uno al diez.
- El lenguaje repetido, se les pide repetir palabras y frases de diferente longitud.
- El lenguaje denominativo, se le presentan distintos objetos y acciones al paciente, y él debe nominarlos.
El lenguaje compresivo
Se evaluará mediante el reconocimiento. En esta evaluación al paciente se le se le presentan diferentes acciones y objetos que tendrá que señalar según lo que el logopeda vaya diciendo.
El logopeda también evaluará la comprensión de órdenes de mayor y menor dificultad y la escritura y la lectura.
Tengo un familiar con afasia, ¿qué puedo hacer?
Es importante reconocer que esta condición afecta en menor o mayor medida a la familia cercana y al paciente en sí, por lo que es muy normal pasar por etapas de frustración y tristeza, ya que la persona que conocíamos probablemente hoy actúa de un modo distinto.
Sin embargo, la rehabilitación de un paciente afásico es posible, y si bien la recuperación del lenguaje es un proceso relativamente lento, con mucho trabajo colaborativo entre los terapeutas de rehabilitación, grupos de apoyo y familia se logran grandes avances.
Hay que tener en consideración que la recuperación del habla y el lenguaje va a depender del área del cerebro afectada y de la gravedad de la lesión, entre múltiples factores como la edad del paciente, la escolarización previa, la salud en general, etc.
¿Cómo puedo ayudar?
Ahora que sabes qué es la afasia y cuáles son sus principales tipos y síntomas, toma nota de los siguientes consejos para poder ayudar lo mejor posible a quienes la padecen:
- Considera que el paciente debe comenzar la terapia de rehabilitación lo antes posible después del accidente que ha provocado la afasia.
- Contención familiar:
el paciente necesita vivir en un ambiente de contención y entendimiento. Se debe tener en cuenta que la persona está viviendo un proceso psicológico complejo donde se ve afectada su autoestima, la confianza en sí mismo y su capacidad de volver a ser quien era, entre otros aspectos. Un pilar fundamental es la entrega de amor y seguridad por parte de sus seres queridos. - Recurre a manuales y guías:
es importante que puedas informarte a través de guías y manuales que los terapeutas podrán facilitarte para poder ir entendiendo esta nueva etapa. Cada paciente es distinto y requiere de necesidades diferentes. - Busca grupos de apoyo: este gran cambio en la persona amada y en el círculo familiar involucra muchos sentimientos que se deben vivir y aprender a afrontar. La pena, frustración y rabia son emociones comunes por parte del paciente, como también de los familiares, por lo que es muy aconsejable vivir esta etapa con más gente que esté pasando por lo mismo. Encontrar una comunidad de apoyo es un buen mecanismo.
Cómo comunicarte y ayudar en la comunicación
Los siguientes consejos te darán la oportunidad de comunicarte mejor con las personas con afasia y de ayudarlas en su comunicación:
- Es importante simplificar el lenguaje y hablar despacio y con gestos para apoyar lo que se dice.
- Cuida su ambiente comunicativo evitando los ruidos ambientales que le distraigan e impidiendo que le hable más de una persona a la vez.
- Apóyate con imágenes o dibujos para comunicarte con la persona e incentívala a ocuparlas también.
- Motívalo a comunicarse dándole tiempo para que hable, sin presiones ni apuros.
- Comprueba su comprensión con preguntas.
- Después de cada conversación haz un cierre con la ayuda de un punteo o un resumen.
- Déjale a mano material de apoyo, como imágenes, lápices y papel, o una pizarrita para que escriba o dibuje lo que quiere comunicar. Ayuda mucho.
- Si tienes un ordenador en casa, descarga juegos simples para practicar el lenguaje oral.
¿Es posible prevenir la afasia?
Lo que es posible es ayudar a prevenir es el daño cerebral para que no se produzca la afasia.
Y, si bien el daño cerebral puede tener más de una causa, si hay algo que está en nuestras manos es nuestro estilo de vida siguiendo estas pautas:
- La buena alimentación juega un rol fundamental para mantener nuestras arterias lo más sanas posible. De esta forma se mantienen niveles óptimos de colesterol en la sangre y se evita, así, la obstrucción de los vasos sanguíneos, que impiden su correcto flujo.
- El ejercicio físico sigue teniendo un papel fundamental y oxigenar nuestro cerebro y cuerpo mediante un ejercicio suave es totalmente posible. El sedentarismo es un enemigo letal que trae consigo muchas enfermedades y es un factor totalmente modificable, solo está en tus manos.
- Evita el tabaquismo y alcoholismo, ya sabemos de sobra que es nuestro enemigo.
- Cuida la ingesta de sal y azúcar, dos venenos vestidos de blanco.
- Evita grandes dosis de estrés. Hoy por hoy, se ha vuelto un enemigo de nuestra vida moderna. El exceso de estrés puede ayudar a provocar roturas de vasos sanguíneos y un posterior derrame cerebral. Saber aprender a desconectar de los problemas y de la preocupación contante parece ser crucial en estos tiempos modernos. Hacer ejercicio, tener una afición, meditar o hacer yogapueden ser buenas formas de relajación. Busca la tuya, la que te haga sentir bien.
Hacer vida social y complementar los puntos anteriores también ayuda a relajarse y a mantenerse activo, lo cual es beneficioso para la salud.
Bibliografía:
- Manual de la Afasia y de la terapia de la afasia (segunda edición). Nancy Helm-Estabrooks, Martín L. Albert.
- (González y Hornauer Hughes, 2014) Cerebro y Lenguaje. Departamento de neurología y neurocirugía, Universidad de Chile.
- Manual del logopeda (cuarta edición), Jordi Peña-Casanova.
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