Los desodorantes y los antitranspirantes son cosméticos muy utilizados tanto por las mujeres como por los hombres.
Durante los últimos años su seguridad se ha puesto en entredicho, lo que ha dado lugar a nuevas alternativas más saludables como el desodorante natural.
A pesar de que muchas veces los desodorantes y antitranspirantes se utilizan como sinónimos, son dos conceptos completamente diferentes con distintos resultados. Pero, ¿cuál es la diferencia entre un desodorante y un antitranspirante?
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Índice de contenidos
Comprender el desodorante y el antitranspirante
La principal diferencia entre el desodorante y el antitranspirante es que el antitranspirante reduce la cantidad de sudor expulsado por el organismo, mientras que el desodorante evita el mal olor.
En este sentido, es importante conocer por qué se genera el mal olor durante la sudoración.
El sudor en sí se trata, principalmente, de agua que expulsa el organismo con una pequeña cantidad de toxinas que el cuerpo utiliza para regular su temperatura cuando tiene calor.
Este agua que se expulsa no tiene olor. En problema reside cuando el agua entra en contacto con las bacteriasque se encuentran de forma natural sobre la piel.
Hay que recordar que la piel cuenta con su propio bioma de microorganismos que, además, varía de una zona a otra.
Cuando el agua entra en contacto con estos microorganismos, se fermentan y generan el mal olor corporal.
Diferencias entre desodorantes y antitranspirantes
Tanto los desodorantes como los antitranspirantes actúan en la zona exacta en la que se aplican y, en ocasiones, existen productos que combinan ambos aspectos: desodorante y antitranspirante.
De este modo, los desodorantes ofrecen dos formas de protección contra el mal olor:
- Gracias a sus propiedades antimicrobianas reducen la cantidad de bacterias que se encuentran de manera natural sobre la piel que, en contacto con el agua expulsada del sudor, producen olor.
- Incorporan una fragancia que enmascara los malos olores.
La mayoría de los desodorantes, sobre todo los desodorantes naturales, actúan en el primer foco y reducen los microorganismos presentes en la piel con ingredientes que son respetuosos con la epidermis, tales como el aceite de árbol de té, tomillo o limón, entre otros.
Además, algunos incluyen ingredientes como el bicarbonato, que ayuda a absorber el exceso de sudoración.
Por otro lado, los antitranspirantes bloquean las glándulas ecrinas del cuerpo, que son las responsables de producir el sudor. Este efecto se suele conseguir optando por un ingrediente a base de aluminio.
Tanto los antitranspirantes como los desodorantes están aprobados como productos seguros. Sin embargo, cada día publican más estudios relacionados con el daño que el aluminio puede provocar sobre el organismo.
Riesgos del desodorante y el antitranspirante
Además de los riesgos que ya conlleva el uso de antitranspirantes, también es importante leer el etiquetado con atención para evitar las fragancias en caso de alergia o sensibilidad.
El uso de desodorante o antitranspirante con fragancia añadida favorece el desarrollo de dermatitis alérgica de contacto.
Un estudio de 2008 mostró que los desodorantes y antitranspirantes se encuentran entre los primeros cosméticos de la lista de productos que causan reacciones alérgicas en la piel.
Además, para garantizar el bienestar del organismo, también es importante evitar los siguientes ingredientes:
- Triclosán: este químico bactericida se usa en antitranspirantes y desodorantes para matar los gérmenes en la piel que causan los olores. Sin embargo, es un disruptor endocrino, lo que significa que tiene la capacidad de interferir en sistema hormonal del cuerpo.
- Ftalatos: son comunes en todo tipo de productos cosméticos. Es un químico que permite que otros ingredientes sean flexibles y también prolonga la vida útil de cualquier fragancia añadida. Los ftalatos son preocupantes porque también pueden alterar el sistema endocrino, sobre todo en los hombres, así como favorecer un inicio más temprano de la pubertad en mujeres jóvenes, lo que aumenta el riesgo de cáncer de mama más adelante.
- Parabenos: estos conservantes ayudan a que el antitranspirante y desodorante se mantengan en buen estado durante más tiempo. Sin embargo, la piel tiene la capacidad de absorberlos con facilidad y pueden imitar el estrógeno del cuerpo. Demasiados parabenos aumentan el riesgo de cáncer de mama.
- Fragancia: una sola fragancia puede tener cientos de ingredientes microscópicos que se suman a un solo olor. Debido a que a menudo se consideran patentados o secretos, no todos los ingredientes se enumeran en las etiquetas. Por ello, en caso de contar con sensibilidad a las fragancias, es mejor evitarlos.
- Butano e Isobutano: son gases que ayudan a impulsar los desodorantes en aerosol de sus envases. Su uso está restringido en el Reino Unido y Canadá porque están relacionados con el cáncer y la toxicidad reproductiva.
- Aluminio: este metal se utiliza más comúnmente para tapar los conductos de sudor y evitar que el agua se escape de las glándulas. Sin embargo, el aluminio puede aumentar la probabilidad de que los genes muten a nivel celular, lo que aumenta el riesgo de tumores.
Bibliografía: Zirwas MJ, Moennich J. Antiperspirant and deodorant allergy: diagnosis and management. J Clin Aesthet Dermatol. 2008;1(3):38-43.
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