El herpes vaginal es una enfermedad de transmisión sexual que nos puede atacar en cualquier momento de nuestra vida. Es muy necesario descubrirla cuanto antes para poder enfrentarse a ella antes de que se convierta en algo tremendamente incómodo. Si ya estás infectada por esta enfermedad, imagino que habrás acudido al médico. Éste te habrá dado las indicaciones pertinentes que debes seguir para curarte. Si continúas leyendo este post, podrás conocer de primera mano una serie de pasos para poder eliminar esta enfermedad de transmisión sexual completamente.
Índice de contenidos
¿Qué debemos hacer para eliminar el herpes?
En muchas ocasiones buscamos solventar lo más rápido posible el problema que nos genera el herpes vaginal. Los remedios que nos cuenta el médico simplemente sirven para hacer que el dolor sea más leve y que poco a poco el herpes se seque. Esto no nos asegura que el problema no se vuelva a reproducir. Por este motivo, a continuación se le mostrarán una serie de consejos que le pueden ayudar con su problema. Si deseas que tu herpes mejore tremendamente no dudes es leer los siguientes párrafos.
- Es muy recomendable bañarse con agua tibia
- No exponerse demasiado al sol.
- Utilizar aceite de árbol
- No utilizar medicamentos que causen depresión
- Usar anticonceptivos siempre
- Utilizar bicarbonato de sodio
- Tomar infusiones de te negro o verde
Bañarse con agua tibia
El médico te recomendará que te laves con agua y jabón la zona afectada por el herpes. Además de ésto, lo más recomendable es que te des un mínimo de dos baños diario de agua tibia para que el herpes vaginal vaya secándose poco a poco. Se recomienda también colocar hielo machacado en trozos pequeños dentro de una bolsa y aplicarlo directamente sobre el herpes vaginal. Esto calmará rápidamente cualquier molestia o hinchazón.
No exponerse demasiado al sol
Si tenemos una zona relativamente afectada no es nada recomendable acudir hasta que se cure a tomar el sol. Esto es algo que solo puede hacer que el herpes se enrojezca más debido al calor del sol y, por tanto, esto haga que salgan más llagas y tengamos que comenzar de nuevo todo el proceso de curación. Recordemos que el sol puede parecer amigo en su justa medida. Pero en la mayor parte de las ocasiones, el sol solamente sirve para jugarnos malas pasadas.
Utilizar aceite de árbol de te
Este aceite es el encargado de curar las llagas que se producen en un corto periodo de tiempo. Siempre que nos encontremos en la necesidad podemos utilizarlos, ya que es muy sencillo. Solamente debemos utilizar una gota de este aceite aplicado directamente sobre la zona del herpes vaginal. Este proceso debemos hacerlo de 2 a 4 veces al día.
No usar medicamentos que causen depresión
Este tipo de medicamentos deberían únicamente utilizarse cuando existe este problema. El problema de la autoeducación hace que nos tomemos la salud de nuestra mano y que tomemos demasiadas cosas que no necesitaríamos para curarnos. En el caso que nos ocupa, para el herpes vaginal lo único que debemos utilizar es una cantidad de ibuprofeno cada ocho horas.
Usar anticonceptivos siempre aunque no tengamos herpes vaginal
Es muy importante la utilización de anticonceptivos. Lo mejor es utilizarlos en cada ocasión que mantengamos relaciones sexuales para poder evitar enfermedades de transmisión sexual (ets). Pero en este caso, hemos de destacar que aunque estemos en proceso de tratamiento, esta enfermedad es tremendamente contagiosa. Por este motivo, cualquier persona que esté afectada por ello, debe protegerse utilizando los medios más adecuados.
Usar bicarbonato de sodio y aloe vera
De sobra son conocidos todos los beneficios que tiene el aloe vera en nuestra salud. Sus componentes aparecen en gran cantidad de cosméticos femeninos y de productos de belleza que nos hacen sentir mejores. Poner cualquiera de estos dos componentes en la zona infectada hace que se seque el herpes vaginal. Posee propiedades antibacterianas que hacen que estemos protegidos de las afecciones externas.
Tomar infusiones de te verde y negro
Para lograr que esto haga efecto en las personas, hay que preparar una de las dos infusiones, hirviendo agua e introduciendo las hojas que van a generar la infusión. Tras unos 20 minutos de espera, ya podemos conseguir una buena infusión que nos hidrate y al mismo tiempo, seque la herida.
Utilizando todos estos consejos, seguramente que la afección terminará en un corto periodo de tiempo y podremos volver a nuestra vida normal sin que nada de esto nos afecte más.
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