Ahora que nuestros hogares se han convertido en un refugio para protegernos de la pandemia, por qué no pensar en incorporar un poco de estilo para crear una atmósfera mucho más acogedora en estos tiempos grises.
Una tendencia que encaja a la perfección con este objetivo es el estilo nórdico vintage con su preferencia por la escala de blancos en paredes y pisos, así como el uso de la luz natural por encima de la artificial.
- También te puede interesar: cómo hacer cortinas con papiroflexia.
En ese sentido, el primer consejo práctico es eliminar todas las cortinas de la casa para permitir una mayor claridad y sensación de amplitud que proporciona el color blanco en los muros.
Esto es algo común en países nórdicos como Suecia y Noruega, donde la luz del sol es la protagonista en casas diseñadas con grandes ventanales sin ningún tipo de obstáculo.
Un segundo truco es incorporar una pizca del estilo vintage con elementos específicos, tales como un oscilante reloj de péndulo, una vajilla de porcelana o una mesa vintage fabricada en mimbre, forja o madera.
Estos objetos decorativos crearán un espacio tradicional, relajado y elegante dentro de la casa.
En este último caso, la preferencia es que se trate de una mesa de madera, ya que este material atrae la luz y crea espacios más acogedores y envolventes por esa noción efímera de regreso a una infancia con menos preocupaciones que la vida adulta.
Para reforzar este último modo de decoración, una buena opción que recomiendan los diseñadores son los muebles de cuero marrón algo desgastado por el paso del tiempo o un escritorio de manera recuperado con grandes cajones a los costados en el espacio de trabajo.
Una cuarta idea fuerza del estilo nórdico vintage es elegir el mobiliario por su funcionalidad más que por la estética o un diseño específico con aditamentos innecesarios que rompan la armonía y recarguen el ambiente de la casa.
Materiales orgánicos para un estilo nórdico vintage
Lo siguiente en la lista es incorporar materiales orgánicos como la lana o el algodón para cojines en la sala o mantas en la habitación, los cuales inviten a quedarse envueltos en estos, sobre todo en la temporada de invierno.
Una sexta idea es que el único color que rompa la armonía del blanco cálido del estilo nórdico sea el verde de plantas en macetas como una referencia de la madre naturaleza en el corazón del hogar.
En séptimo lugar no podíamos dejar de mencionar que en este ambiente acogedor no podía faltar algo hecho a mano por algún integrante de la familia, ya sea una mesa restaurada o cajones de madera convertidos en un improvisado armario para libros que encajaría perfecto como decoración en uno de los pasillos de casa.
Por último, pero no menos importante, una casa con estilo nórdico vintage debe tener un espacio adornado con fotos de paseos familiares o de alguna sesión fotográfica con cada uno de los integrantes.
Es la cereza de un proyecto de diseño que impregnará a nuestros hogares de un sentido más cálido de pertenencia a una familia.
Deja tu comentario