Alaitz Anabitarte UrizEl hidrolato, agua floral o hidrosol es un agua aromática que se obtiene tras la producción de un aceite esencial mediante la destilación.
Este tipo de agua contiene la esencia y las propiedades de la planta y el aceite esencial, pero en menor concentración.
Índice de contenidos
¿Para qué sirve un hidrolato?
Las aguas florales tienen múltiples utilidades y pueden utilizarse en el rostro, el cuerpo y el cabello de manera indistinta.
Cada hidrolato cuenta con propiedades únicas, por lo que pueden emplearse hidrosoles diferentes en base al área que queramos tratar.
El uso más extendido del hidrolato es el de tonificar el rostro después de la limpieza de la piel y antes del uso de la crema hidratante habitual.
La piel tiene un pH que puede variar entre 4,5 y 5,9 en base al tipo de piel de cada persona.
Se trata de un pH ligeramente ácido que protege la dermis de los microorganismos del exterior.
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Cuando limpiamos el rostro con agua y jabón se produce un cambio en el pH de la piel debido a que el pH del agua suele ser aproximadamente de 7.
Por ello, después de limpiar el rostro podemos notarlo más tirante y sentir que tarda unas horas en recuperar su nivel de pH normal.
Los hidrolatos se caracterizan por contener un pH muy similar al de la piel. Por ello, su uso después de la limpieza facial ayuda a recuperar los niveles de pH normales y a evitar la tirantez.
El pH de cada hidrolato también varía en base a la planta de la que se extrae, por lo que hay hidrosoles adecuados para cada tipo de piel.
El hidrolato es capaz de mejorar la salud de la piel
Además de ayudar a regular el pH, cada hidrolato posee propiedades únicas que pueden ayudar a mejorar la salud de la piel en otros aspectos.
Durante los cambios estacionales, después de los daños del verano y la transición a las bajas temperaturas del invierno o al revés, la piel puede encontrarse a menudo más sensible y susceptible.
Por ello, se puede elaborar un tónico enriquecido apto para las pieles más sensibles y poder completar de este modo la rutina de cuidados del rostro entre la limpieza e hidratación.
Antes de continuar leyendo recuerda que, si sueñas con tener una piel preciosa, también será importante que conozcas las claves para tomar el sol con seguridad.
Tónico casero de rosa, aceite esencial de incienso y azahar
Este tónico casero es adecuado para las pieles más sensibles.
El azahar se utiliza en la elaboración de productos que estimulan la regeneración celular y tiene propiedades antibióticas, calmantes, tónicas y antisépticas.
El hidrolato de rosas es reequilibrante e hidratante en las pieles maduras y sensibles.
El aceite esencial de incienso, por su parte, posee propiedades antibacterianas, cicatrizantes y fungicidas.
Ingredientes
50 mililitros de hidrolato de rosas
50 mililitros de hidrolato de azahar
10 gotas de aceite esencial de incienso
Pasos a seguir
- Introduce todos los ingredientes en un frasco de cristal oscuro que prevenga la oxidación del producto.
- Agita la mezcla y aplica el tónico sobre la piel previamente limpia con la ayuda de un algodón o haciendo uso de un spray.
- A continuación, extiende tu crema hidratante de uso habitual.
Se recomienda utilizarlo por las noches ya que el azahar puede resultar fotosensible y dar lugar a la aparición de manchas al entrar en contacto con los rayos del sol.
¿Qué hidrolato utilizo para mi piel?
Si quieres incorporar un hidrolato a tu rutina de belleza pero todavía no sabes cuál es el más apropiado para tu tipo de piel, presta atención a las siguientes recomendaciones:
- Pieles normales: se caracterizan por estar libres de impurezas y con un nivel de hidratación y sebo equilibrados. Algunos de los hidrolatos adecuados pueden ser el hidrolato de lavanda y el de rosas.
- Pieles mixtas: cuentan con zonas ligeramente más grasas y áreas con más sequedad o sensibilidad. Los hidrolatos destinados a este tipo de piel poseen propiedades reequilibrantes como el hamamelis, el romero o el jazmín.
- Pieles grasas: la actividad de las glándulas sebáceas es mayor, por lo que la piel se muestra más aceitosa. Los hidrolatos para este tipo de piel cuentan con cualidades antisépticas, como el hidrolato de romero, menta o tomillo.
- Pieles secas: es un tipo de piel que se encuentra deshidratada. Por ello, tiene un tacto más áspero y se puede irritar con una mayor facilidad. Los hidrolatos adecuados para esta dermis son el de rosas, azahar y lavanda, entre otros.
- Pieles sensibles: se trata de pieles muy susceptibles a los factores del entorno y pueden irritarse y enrojecerse con facilidad. Algunos de los hidrolatos más comunes para este tipo de cutis son el hidrolato de rosas y el de manzanilla.
Cómo se obtiene un hidrolato
Uno de los métodos más conocidos y utilizados para la extracción de los aceites esenciales es la destilación al vapor.
En este método se utiliza vapor de agua para arrastrar los componentes volátiles de la planta que pasa por un proceso de condensación.
Finalmente, llega a un recipiente recolector en el que el aceite esencial y el agua se separan por su diferencia de peso molecular.
El agua resultante del proceso es lo que conocemos con hidrosol o hidrolato y posee las mismas propiedades que la planta y su aceite esencial, pero con una concentración menor.
Es un producto que a menudo pasa desapercibido y queda fuera de la rutina de belleza de muchas personas.
Sin embargo, el hidrosol tiene una labor esencial y puede ayudar a mejorar la salud y el bienestar de la piel de forma significativa.
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